Aquí, nadie usa los intermitentes

Aquí, nadie usa los intermitentes. Unas amigas tuvieron una disputa aparentemente tonta sobre el uso de los intermitentes. Las dos se dirigían en auto a casa de María, donde pensaban almorzar y juntas recordar los tiempos de la universidad. La pasajera estaba de visita en Miami, no tenía carro, y la conductora pasó por su hotel a buscarla. La discusión comenzó cuando la pasajera observó que su amiga, pasaba los carriles de las calles o doblaba, sin señalar con los intermitentes.

– Oye, ¿tú no usas los intermitentes? –, exclamó alarmada. – ¿Los qué? –, respondió la conductora en broma. ¡Bah! Esos aquí, nadie los usa.
– Pero, es más seguro, indica a dónde quieres ir–, afirmó la pasajera.
– Esto es una selva, si usas los intermitentes, el de atrás acelera y no te deja pasar. Si no te gusta te tienes que bajar querida–, sostuvo la conductora, muerta de risa, mientras se pasaba de un carril a otro, sin indicar la maniobra.

En eso, un auto que circulaba por el carril de la izquierda rozó el carro en el que ambas viajaban y le rompió el retrovisor y dañó la pintura lateral. Ambos automovilistas detuvieron la marcha y comenzaron a discutir sobre quién tenía la razón.

Mientras, la bronca se iba calentando, la pasajera tomó un taxi y continuó su camino.
La conductora llamó a María y le dijo que Ana, que así se llamaba la pasajera, era una pésima amiga. Porque la había dejado sola en la carretera. Sin embargo, Ana afirmó que no le gustan las personas “tóxicas” que parecen disfrutar con los problemas y los líos. “El accidente fue resultado de su irresponsabilidad. Ella puso en peligro su vida, la mía y la vida de las personas del otro auto”.

Nosotros no vamos a valorar si Ana debió quedarse o irse. La idea clave de este suceso es que las luces intermitentes deben usarse. Esa es su única función: prevenir a los otros conductores del movimiento que vamos a hacer. Es un dispositivo de seguridad creado para salvar vidas. Por cierto, si el conductor de atrás no te deja pasar, puedes hacer el cambio de carril detrás de él. Tampoco es el fin del mundo.

El desenlace del caso fue el siguiente: Como Florida es un estado de No Culpabilidad, cada seguro asume los daños de su cliente. Como los daños no superaron los 1.500 dólares, que es el deducible de la conductora, ella tuvo que encargarse del 100% del gasto de la reparación de su vehículo. Aquí, nadie usa los intermitentes.

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